YOLANDA Y EL SEXO ( 1ª PARTE ).

Yolanda y Juan son un matrimonio , que llevan juntos desde que tenían ambos 18 años, prácticamente toda la vida. Los hijos del matrimonio se independizaron hace poco tiempo. Les pasa como a muchas parejas que una vez que se quedan solos su relación se estanca, llegando a tal monotonía que ponen en peligro la convivencia conyugal, como  muchos de sus amigos que decidieron separarse. Cuando la pasión y el sexo se desvanecen, les queda solo amistad y cariño. Un día Juan le comenta a su esposa que necesitan hacer cosas distintas, nuevas para fortalecer la relación. - ¿ A que te refieres con cosas nuevas ? le pregunta Yolanda.- Pues a conocer gente nueva e  intimidar con ellos. - Explícate mejor Juan , no se a donde quieres llegar. - Seré sincero contigo, me gustaría probar cosas diferentes  en el sexo, hacerlo con otras parejas, etc...........¿ Como.?se te a ido la cabeza , que te ocurre. Enfurecida se marcha a su habitación cerrando la puerta de un portazo. Al día siguiente Yolanda visita a su hermana menor , contándole la conversación mantenida con su esposo. Esta no sale de su asombro al escuchar a su hermana Raquel. - No lo veo mal la propuesta de Juan, te confieso que Alberto y yo nos sumergimos en el mundo" Swinger" hace varios años, gracias aquella experiencia nuestra relación salió a flote, incluso Alberto perdió esos celos enfermizos que tenía, acuérdate.- Desde entonces disfrutamos más del sexo, practicamos de todo, tríos, orgías, incluso llegué hacerlo con tres hombres a la vez, Raquel se sonroja con este último comentario. - También te digo que no a todas las parejas les funcionan, todo depende hasta donde estáis dispuestos a llegar. - Al principio yo era reacia a todo eso pero al final el morbo te supera y entras en el juego. - Mira Yoli , los dos habéis cumplido los 49 años  estáis estupendos, sobre todo tu hermanita , disfrutar de los placeres prohibidos   y dejaros llevar, es lo mejor. -Es una manera diferente del sexo convencional a lo que nos enseñaron desde pequeñas.- Por probar no perdéis nada si no os gusta, lo dejáis y punto.Yolanda se despide de su hermana marchándose a casa.

EL DESPERTAR.

Se despierta Javier en la habitación de un hospital, parece como si hubiera dormido una eternidad. Esta confuso, no sabe como ha llegado a este lugar, rodeado de toda parafernalia hospitalaria, la habitación es algo extraña, esta ubicada en un sótano lleno de archivadores  y estanterías y desprende un olor a humedad, parece abandonada. Javier intenta levantarse para pulsar un interfono que tiene en la parte derecha de la cama, le llama la atención el  calendario que se encuentra en una mesita, se vuelve a fijar nuevamente, no sale de su asombro al ver la fecha  20 marzo del 2015. Esta  mareado, confuso al no cuadrar el día, mes y el año. Lo último que recuerda es que estaba en un acantilado, en el mes de julio del año 2014. Ha tenido que estar en coma todo ese periodo. Vuelve a llamar al interfono, a pasado tiempo desde que aviso a la enfermera. Al no acercarse ningún operario del hospital, decide levantarse, a duras penas puede caminar, sube dos plantas por las escaleras, ya que se encuentra en el subsuelo. Se haya en un pasillo rodeado de mas habitaciones todas vacías, ante un mostrador de información  sin nadie para atender .Le llama la atención la iluminación escasa, el instrumental tirado en el suelo y todo lo demás. No consigue dar con ninguna persona, el silencio es total, llegando a incomodar. Decide salir a la calle, no da crédito a lo que su vista alcanza ver, coches  amontonados en la calzada,  deteriorados por  colisiones. Las tiendas  cerradas y todo lo demás  parece como si algo malo pasara por aquel lugar, sus gentes hubiesen huido dejando todos sus recuerdos y  pertenencias, sin más. Comprueba la puerta del cuartel de la Guardia civil, esta cerrada, parece un pueblo fantasma, piensa si todo será efecto de su imaginación del golpe que se pudo dar .Después de llevar horas caminando , cuya  localidad  es grande de bastantes habitantes, no encuentra a ningún ser vivo. La noche esta cayendo, empieza a refrescar  a bajar la niebla. Cuando ya a perdido toda esperanza de encontrar a alguien, a lo lejos escucha voces de varias personas, todos hombres, apenas se  distinguen bien por la espesa niebla. Pudo apreciar sus vestimentas militares cubiertos los rostros con pasamontañas,  extrañado decide acercarse a ellos, en ese momento  siente como es agarrado por el brazo tirando de el hacia atrás y cayéndose al suelo, un hombre  le tiene sujeto tapándole la boca, indicándole que se esconda  debajo del camión que se encuentra  cercano a ellos. Obedece y se esconden debajo del vehículo, los hombres pasan junto a ellos sin ser vistos,  llevan armas, sus aspectos siniestros le llama la atención. El grupo de soldados se pierde entre la espesa niebla. El hombre se identifica como Ricardo.

VIAJE NOCTURNO

Melisa acaba de salir del pub donde ella trabaja, más de diez horas al día. Echa a correr hacia la boca del Metro de Tetuan. Se le hizo tarde, tiene que subirse al último tren de la noche que pasa a la 1:45. Consigue subirse justo cuando suena el pitido del cierre de puertas. Se sienta al final del convoy, saca su libro de la mochila, para continuar con la lectura que la tiene intrigada (El Resplandor) un clásico del género de terror. De reojo, tras el cristal de la puerta del vagón, observa, como un hombre no deja de mirarla. Lleva una ropa desaliñada, como de otra época, el pelo a media melena, barba poblada, y  moreno de piel. A ella, la llama la atención los ojos del hombre, su mirada es penetrante y glacial, sin vida. Melisa aparta la mirada, volviendo a su lectura, la cual ha perdido su interés al no concentrarse. Es la única viajera al igual que el hombre misterioso del otro coche. Están solos, empieza a sentirse incómoda. En ese instante, el tren se detiene en el túnel, a la vez el alumbrado se apaga, quedándose, solo las de emergencia. Después de varios minutos, por megafonía se escucha la voz del maquinista comunicando que están detenidos un largo rato. Se levanta del asiento algo nerviosa, caminando por el pasillo del convoy, de un lado a otro. Suena su móvil, se asusta, casi se le cae al suelo. Lo descuelga, al otro lado, se escucha una respiración, pero no habla. Cuando está a punto de colgar, se oye una voz de ultratumba, como del más allá. La dice que no tiene escapatoria, se ha subido al tren equivocado y va a morir. Se corta la llamada. Mira hacia el asiento donde se encontraba el hombre, allí, no hay nadie. Al cabo de unos minutos, se escuchan gritos desgarradores, de sufrimiento, parecen de varias personas. Se tapa los oídos, empieza a temblar de miedo, de terror. A la vez, fuertes golpes se escuchan en la parte de arriba del tren. Siente pánico  la deja paralizada. Llega a perder el conocimiento, aunque todavía es consciente de lo que está sucediendo. 

Se despierta, está sofocada,  observa que las personas que están a su lado la miran extrañadas. Ha tenido un sueño. Melisa se encuentra en el Metro, a la hora punta de la mañana. Se levanta para apearse en la siguiente parada (Cuatro caminos). Sonríe al recordar el sueño. Cuando esta de pie, frente a la puerta, por el rabillo del ojo se percata entre la multitud de la gente, que un hombre la lleva observando, mucho rato,  trajeado, pelo a media melena, barba poblada, mirada penetrante. Se empieza a sofocar, Melisa la falta el aire, esta sufriendo un ataque de asma  va a perder el conocimiento. Al abrirse las puertas, cae desplomada al andén. El hombre del traje, es el de su pesadilla.©